SZOKA DIBUJANTE (NO ELEGÍ EL MISTERIO, EL
MISTERIO ME ELIGIÓ A MI)
Bueno mis queridos esta
es una entrevista realizada por Ornella Rapallini, de ANCCOM, la cual realizo una entrevista al
dibujante a Szoka y fue escrito por Ornella Rapallini. Quiero que sepan que
esto no es de mi propiedad.
Quiero
que sepan de mi experiencia como seguidora de Szoka.
Me
encanta la manera como dibuja y le da un sentido cómica y cotidiano a sus obras,
como aficionada del dibujo me gustaría que puedan saber un poco más acerca de
este chico tan particular.
Redes sociales de Szoka:
Szoka después de la feria del libro ( 43.ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires)
“Soy
uno que dibuja en la casa y lo sube”
ANCCOM presenta a Szoka, un humorista
gráfico con 865.000 seguidores en las redes sociales al que nadie le conoce la
cara. “Me asombra que a la gente le guste lo que hago”, dice en la primera
entrevista que concede.
Tiene 865.000 seguidores en las redes
sociales, pero ninguno lo escuchó hablar, ni conoce su cara, ni sabe cuál es su
verdadero nombre. Szoka es un humorista gráfico que no publica en diarios ni
revistas, que tampoco ha hecho exposiciones, que todavía no ha publicado
libros: construyó el camino de la popularidad a través de Y, viste cómo es y el Twitter homónimo, donde a
diario sus seguidores comparten, comentan, etiquetan y retwittean los dibujos,
las tiras y las historietas que realiza desde hace tres años.
Szoka determinó que la entrevista se
hiciera bajo la condición de anonimato. No quiso decir su nombre, ni su edad y
descartó la propuesta de una fotografía en su taller. “Prefiero separar mi vida
personal de lo que hago con los dibujos –le dice a ANCCOM-. Trato
de no mezclar. Incluso cuando me dibujo a mí o a mi familia soy muy cuidadoso,
porque la popularidad me pone un poco nervioso. No es que me de miedo, sino que
no me gusta. No sólo es algo a lo que no apunto, sino que le escapo
ostensiblemente”.
Luego de un mes de contratiempos accede a
ser entrevistado en un bar del barrio de Belgrano, en Buenos Aires, para hablar
de su proceso creativo, de la repercusión en las redes, y de sus expectativas a
futuro.
Sus historietas dan una vuelta de tuerca
humorística a la vida cotidiana y a la rutina diaria. Szoka hace foco, entre
otras cuestiones, en las relaciones de pareja, en los vínculos con los amigos y
los padres, en la soledad, la compañía y las creencias. Otro de sus rasgos es
que intenta evitar los temas de “agenda” y elige publicar tiras sobre temas
atemporales y amplios que no quedan anclados a un acontecimiento, acaso para
que cualquiera se identifique que lo vea.
“Los trabajos de Szoka me gustaron
muchísimo”, dice Daniel Divinsky, fundador de la fenomenal Ediciones De la Flor, editor histórico de
Quino y Fontanarrosa entre otros, toda una voz autorizada en la materia,
que para más, agrega: “Y también puedo decir que sus trabajos tienen el aval
del juicio positivo de Montt y de Liniers”.
¿Por qué publicás únicamente en redes
sociales?
No tengo la exigencia de publicar todos los
días. Me gusta dibujar. Y, tengo que confesarlo, le empecé a tomar el gusto a
que a otros le guste lo que hago también. Tomo con pinzas los comentarios como:
“Me encantó”, porque también veo a qué otras personas se lo dicen. Ponen “me
encanta, sos un genio” y no es tan genio a veces aquel al que se lo dicen. No
me refiero a otros dibujantes, sino a personajes de los medios, por ejemplo.
No te gusta la obsecuencia…
La obsecuencia hacia mí me da vergüenza.
Porque si supieran…
¿Si supieran qué?
Soy uno que dibuja en la casa y lo sube. La
gente tiende a poner “por lo que hacés sos un genio”. Genio es Quino, porque es
único.
Szoka es un hombre joven que se presenta
como un dibujante –y guionista- amateur y autodidacta, porque no se formó
específicamente en bellas artes o dibujo. Primero estudió piano en
conservatorio y después hizo la carrera de Diseño Gráfico en la Fundación
Gutenberg, profesión a la que se dedica actualmente.
Algunas noches después del trabajo revisa
la libretita -en la que lleva anotadas algunas ideas que se le ocurren durante
el día- y luego se pone a dibujar y guionar. Cuando termina, escanea el dibujo
y lo pinta en Photoshop para, finalmente, subirlo a las redes sociales.
¿Tenés horarios para dibujar y subirlos?
Cuando puedo, cuando tengo un rato. Lo hago
a la noche, generalmente, porque trabajo. Todo el mundo sube las tiras a la
mañana. Bueno, también todo el mundo publica en un diario ¿no? Pero yo las subo
a la noche. Las termino y las subo, tipo a las nueve de la noche, no me
aguanto. En eso voy a contrapelo del resto, que publica a primera hora de la
mañana.
¿Cuál es el rédito, después de trabajar
durante el día, de llegar a la noche y sentarte a dibujar y publicar?
A mí me asombra que a la gente le guste. Es
agradable. Me dan gracia las tiras y cuando alguien me dice “me causó gracia
tal cosa” y después veo que no es lo que yo quise decir me doy cuenta que
hubiese sido aún más gracioso de esa manera.
Szoka es un humorista gráfico tan público
como anónimo, no le interesa mostrarse, ni alcanzar la popularidad, pero sí
desea vivir de lo que más le gusta hacer: dibujar. Supera, en número de
seguidores en Facebook, a Liniers y a Tute, dibujantes a los que también
admira. “A mí me gusta dibujar y creo que si nadie te paga podés hacerlo igual
y cada vez mejor, con actitud profesional –explica-. La parte más divertida no
es la impresión del libro sino el momento en el que estás dibujando. Si vos
lográs que te paguen por eso, lo que ganás es poder dedicarle más tiempo”.
¿Cómo empezaste a dibujar?
No empecé a dibujar: en realidad no dejé.
Dibujo desde chico. También pasó que muchos empezamos a dibujar porque
dijimos: “Ah, mirá, Liniers lo hace de esta manera, a ver yo si puedo…”
¿Fue así?
No del todo. En realidad empecé a dibujar
las tiras cuando mi viejo se jubiló. No tengo bien claro cómo, pero él
estaba aburrido en su casa y yo le había enseñado a usar internet. Le hacía un
chiste cuando podía y se lo mandaba por mail. Como no tenía Facebook en
ese momento, cuando yo le mandaba un chiste él armaba cadenas de mails y
los reenviaba a sus conocidos. Le hacía dibujos muy a mano alzada, después
empecé a complejizar un poco y se los mandaba una vez o dos por semana. Al
tiempo, hice un blog -hace como tres años- y ahí fui subiendo todo el
material. Creo que en 2012 abrí la página en Facebook y linkié el blog y
los empecé a subir ahí también. No pasaba nada hasta que a alguno le gustó
una tira y se empezó a difundir – si no recuerdo mal era una tira que había
hecho del buda donde había un juego de palabras-. Cada tanto hay alguna
que por ahí pega y se viraliza, viste como es…
¿Por qué ese nombre para el blog?
Tenía que hacer un blog y me pedía un
nombre. “Y, viste como es” fue lo primero que se me ocurrió.
¿Y Szoka es un seudónimo?
Es mi apellido.
Tenés 825 mil seguidores en Facebook y casi
otros 40.000 en Twitter, ¿cómo fue ese salto?
No tengo ni idea, le gustó a alguien. No
creo que se hayan maravillado por mis dibujos, sino porque algunas tiras
les hizo acordar a alguien o les cuadró para decirle algo a alguien. O no sé.
Es un tema de asociación libre que hace la gente.
¿Es probable que haya algún libro de Szoka
próximamente?
No lo sé.
¿Qué tiras te gustaría publicar en un
libro?
No me senté a mirar. No son tantas igual.
De tiras debe haber cuatrocientas y no sé cuántas van en un libro. Los editores
se toman su tiempo. A veces sale mañana y a veces te tienen un año dando
vueltas.
¿Te gustaría que haya merchandising con tus
dibujos?
Me gustan los merchandising de otras
personas. Pero me da mucha vergüenza que se convierta en un producto de
venta. Igual está bien, hay que hacerse menos el humilde.
¿Cómo es tu proceso creativo?
Se me ocurre una idea y la anoto en una
libretita o en el celular porque camino media cuadra y me olvidé. Las tiras las
hago partiendo de una idea. Si hablamos sobre el humor, se trata de algo que
está a contrapié, está donde no debería, eso es lo que causa gracia. O también
puede ser sobre una cosa que se dice de una manera y se interpreta de otra.
Chistes hay dos: alguien que dice algo y después lo contradice con la acción o
el juego de palabras. Después, hay diferentes formas de contarlos.
¿Cuánto ponés de tu
familia en las tiras?
Uno elige hasta dónde pone. Por ejemplo, el
tecito de mi vieja en situaciones terribles. El mensaje sería: “Cada uno ayuda
con lo que puede”. Yo me anoté eso en algún momento en alguna libretita sin dar
demasiadas explicaciones, sin hacer mención de cuál era el problema en ese
momento, a título más general, para que sea más fácil de captarlo. Te das
cuenta que eso le pasa a todo el mundo, no son genialidades.
¿Plasmás en las tiras historias de amigos o
familiares?
Prefiero contar algo que le pueda pasar a
cualquiera, y que lo pueda interpretar. Ni hacerlo tan simple que pierda la
gracia, ni hacerlo tan complejo, tan oscuro, tan lunar que lo agarre la mitad.
Ni darlo masticado, ni hacerlo inentendible, o específico. Si me quiero hacer
el capo con algún chiste sobre Borges, primero, ¿ante quién me hago el capo?;
segundo, no lo agarra la mayoría. Lo que sí me gusta es cuando la tira de
alguien, una película, el humor de alguien, me da la sensación de que lo agarré
yo, que yo lo descubrí. Ese recurso del autor, o el director, que tiene ese
guiño de que vos te estás dando cuenta de algo me gusta. Por ejemplo Les
Luthiers: yo los escuché cuando era chico y me reí, y los entendí. De grande
los escuché de nuevo y me reí de diferentes partes del mismo chiste. Porque
aprendí cosas en el camino, que ellos pusieron ahí, y no agarraron todos. Lo
hacen con una maestría como para que todo el mundo se ría en el momento, pero
también dejan un plus: si vos tenés incorporado tal conocimiento vas a entender
esto de tal manera. Es como un segundo nivel de humor. Me gusta cuando el
humorista pone un valor agregado, estudia, se forma y después lo destila en lo
que hace. Y saben que están trabajando mil, para que lo agarren diez. Está
bueno, es noble y no es redituable.
¿Con qué recursos contás como para hacer
algo “más noble”?
Todo lo que fui aprendiendo me sirve de
cantera para sacar material. Y sí, influye lo que aprendiste en los resultados
que tenés al final. Vos podés, con un ojo instruido, detectar de qué palo viene
una persona al ver su trabajo. A mí no me gustaba la música clásica. Tenía
ganas de que me guste pero me costaba. Y me propuse que me guste. Empecé a
escuchar. Y me gustó tanto que fui al conservatorio y estudié piano un montón
de años. “¿Y para qué estudias eso?”, me decían. “Porque me gusta”, decía yo.
Después estudié diseño gráfico. “Ehhh, tanto años desperdiciados ahí, en la
carrera de músico”. Literalmente lo que aprendí en el conservatorio me sirvió
para cursar diseño gráfico, historia del arte, reconocer estilos. Imaginate la
gente que lee un montón de libros y después lo puede usar para lo que hace,
¿esa gente está plagiando, está copiándose de alguien? ¡No! Está agarrando lo
que aprendió de otro y lo usa como material.
¿Te
pasó que alguien, que no sepa que sos el autor, te muestre tus dibujos como una
novedad?
Le pasó a mi hermana, una vez fue a una
veterinaria y la mujer le dijo: “Te voy a mostrar una tira que está buenísima”.
Y ella le contestó que lo hacía su hermano, y en el momento fue gracioso. Una
vez mi hermana me dijo: “Viene el invierno, ¿por qué no hacés una ola polar con
una ola de osos?” Entonces hice el dibujo para mandárselo a ella. Me causó
gracia que se le haya ocurrido a mi hermana y la publiqué en redes sociales
también ¿Podés creer que una chica –otra dibujante que yo no conocía- había
hecho el mismo dibujo? Me escribió indignada, se enojó, me puteó. Intenté
explicarle, y después la agregué en los comentarios del Facebook aclarando que
ella lo había publicado antes, pero en serio, yo no lo había visto.
También me pasó algo rarísimo con uno que
hacía stand up en Córdoba. Allá es conocido, pero yo no lo
conocía a él ni a su rutina, porque no miro stand up y no vivo
en Córdoba. Él daba por asumido que yo lo había visto y que le robé el chiste
del hombre araña en la pampa y por eso me escribió. También le expliqué que yo
no gano nada con robarle, nadie me da plata por esto.
Szoka aprende viendo a los grandes
humoristas gráficos: analiza los trazos, los estilos e indaga sobre técnicas y
formas de contar las ideas fugaces y graciosas que surgen del día a día, en
transportes públicos, en el trabajo, con amigos, con la familia, o deteniendo
todos los sentidos en las personas en la calle. A la vez, reconoce sus propios
límites. Admite que no le sale “tan bien” dibujar manos o animales, pero dibuja
por placer sin esperar nada a cambio más que un mero reconocimiento de “los que
saben”. Admira a Quino por su brillantez, a Liniers por la calidad de su
producción y constancia, a Tute porque le parece buenísimo, y tuvo la
oportunidad de conocer a Montt y Decur, que también lo han deslumbrado.
“Me gustaría poder dejar algo más que las tiras cómicas, me gustaría
sentir que estoy haciendo algo noble con eso –concluye-. Que lo vea alguien que
entiende y diga Ah, mirá, esto está bueno”.
Bueno chicos el aquí esta el link de la entrevista y algunas de la librerías que venden los libros de Szoka:
Me gusto los dibujo de este hombre por la manera en que plasma los dibujos. Interesante
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